Sanando desde el Alma
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Día 14: Libera la culpa

Nuestro querido maestro Robert Detzler solía decir que de todas las emociones la culpa era la más inútil de todas y que se asemejaba a estar sentado sobre una mecedora; ciertamente tendrías mucho movimiento, pero no te llevaría a ningún lado.

Según Wayne Dyer, otra zona errónea que debemos erradicar de nuestra mente es la que te hace sentir culpable; por las cosas que hiciste y que no has debido hacer, por las que no hiciste cuando has debido hacerlas y sobre todo por lo no sabes si podría haber sido mejor o peor pero igual te culpas por ello. En fin, cuando usamos la culpa como excusa para quedarnos atascados en el pasado y no avanzar hacia el futuro.

Ahora, aclaremos bien este tema. Es normal que te sientas mal por algo que hayas hecho (o no) en el pasado, sin embargo, el gran inconveniente radica en nuestra cultura, que nos indica que para demostrar que nos importa algo o alguien y que estamos arrepentidos de nuestras acciones debemos sentirnos constantemente culpables sin derecho a rectificar nuestra conducta; total, ya lo hicimos y no hay nada que lo pueda cambiar ¿cierto?

Sin embargo, sentirte culpable por algo pasado sólo consigue que malgastes tu tiempo y energías del presente en algo que no tiene solución, convirtiéndose en un obstáculo que te impide ser feliz. La verdadera lección que nos deberían dejar los errores cometidos está en hacernos responsables de nuestras acciones y en comprometernos en no volver a repetirlas.

Cometer errores forma parte intrínseca de nuestra vida humana y todos sabemos que con frecuencia mientras más nos equivocamos es cuando más aprendemos, pero culparnos por no haber sabido actuar mejor además de ilógico es desgastante.

Debemos comprender que del pasado se aprende para crecer en el futuro, sustituyendo la culpa por aprendizaje, responsabilidad y un cambio de actitud ante lo ocurrido. De esta forma comenzaremos a construir el futuro que deseamos, en base a las experiencias pasadas, pero viviendo en el presente. ¡Adiós mecedora!

Una buena disculpa tiene tres partes: lo siento, es mi responsabilidad y ¿cómo puedo corregirlo?
— Randy Pausch
Día 15:
Explora lo desconocido

Pensar que la vida consiste en ir siempre a lo seguro, y saber siempre a dónde vas, es otra zona errónea en el libro de Wayne Dyer. ¿Por qué? Porque solamente las personas inseguras buscan la seguridad. Cuando crees totalmente en ti no necesitas que todo sea conocido, fácil y cómodo.

La causa más común para dejar de explorar lo desconocido es el miedo al fracaso o a cometer errores porque el perfeccionismo es importante para ti.

Ambas condiciones te mantienen inmóvil, atrapado en la zona cómoda y conocida.

También tu miedo a la desaprobación de los demás o a hacer el ridículo te paraliza y te mantiene preso dentro de un círculo y experiencias que no son lo que realmente quieres.

Finalmente todas se convierten en justificaciones para no explorar zonas desconocidas y te proporcionan un gran beneficio: una falsa sensación de valor o valía por haber hecho las cosas «bien».

La solución es muy parecida a la del día 11: Ámate; Valórate en tus propios términos, no te compares con otros porque todos somos diferentes, y por ello la comparación y la competencia no existen, sólo son errores de percepción.

Salir hacia lo desconocido te muestra otras áreas de ti que tampoco conocías y te permite desarrollar tu potencial bajo nuevas circunstancias.

El día de hoy atrévete a hacer algo desconocido, osado, atrevido o simplemente diferente de la forma como normalmente lo haces.

Por ejemplo: sal de tu casa a través de una calle que normalmente no usas, atrévete a probar una comida diferente, saluda a esa persona a quien hasta ahora no te has atrevido a. conocer, usa algún tipo de ropa de un color que no sea tu favorito o Incluso comienza a leer un libro de un género totalmente distinto a lo que normalmente leerías. El mundo está lleno de posibilidades, comienza a descubrirlas.

 «El miedo y la ansiedad muchas veces indican que nos estamos moviendo en una dirección positiva, fuera de los confines seguros de nuestra zona de confort y en la dirección de nuestro verdadero propósito». 

- Charles F. Glassman
Día 16:
"Rompe con los convencionalismos"

Nuestros días están llenos de “Debes hacer esto” y los aplicamos sin pensar en razones ni consecuencias. 
Seguir los convencionalismos sin cuestionarlos a pesar de que te estén limitando para ser feliz, es una zona errónea.

El problema radica en que tenemos la costumbre de supeditar nuestros pensamientos, emociones y comportamiento a algo o alguien prestándole más atención y creyendo más en lo externo que en lo que sentimos y lo usamos como excusa para no enfrentarnos a ser o pensar diferente, para justificar alguna conducta o renunciar a nuestra responsabilidad sobre nosotros mismos.

En este capítulo del libro, el autor no sugiere dejar de cumplir la ley. Las leyes son necesarias para una sociedad civilizada, pero obedecer ciegamente los convencionalismos, es algo distinto y puede llegar a ser muy destructivo. Cuando estas normas convencionales no tienen mucho sentido y dejas de funcionar eficientemente por cumplirlas, debes convertirte en juez de tu comportamiento en relación a ellas y reconsiderarlas.

Algunos Convencionalismos que podríamos revisar son:

Vestirte para una ocasión con traje incómodo o que no te gusta
Tomar alcohol para socializar porque es lo “normal”
Asistir a una boda aunque no conozcas a los novios o te caigan mal.
Lavar los platos y limpiar la casa porque eres mujer.
Que por ser mujer, no invites a un hombre a salir aunque te guste.
Ver el partido porque es importante y todo el mundo lo verá aunque no influya en tu vida o saltar de alegría por un gol porque todos los demás lo hacen.
Ir a un concierto de alguien que no te gusta sólo porque van tus amigos.

Condicionarse demasiado a la sociedad puede ser un comportamiento neurótico que lleve a la depresión, ansiedad e infelicidad. Para romper con la barrera de los convencionalismos, revisa las normas que has estado siguiendo por "El que dirán" "Debo hacerlo" "Es lo correcto", elimina de la lista todo aquello que te reste tranquilidad, fluye, aprende a confiar en ti mism@ y toma tus propias decisiones dejando atrás imposiciones sociales que te limitan en el camino hacia tus metas, el bienestar y la paz que deseas.

“Nunca tuve una política que pudiese aplicar siempre. Simplemente trataba de hacer lo que me parecía sensato en el momento preciso”. Abraham Lincoln