El Cabanyal es un barrio único, con sus luces y sombras, sobre el que Alfredo Álamo ha concebido todo un universo de tratos y pagos justos. Porque como demuestra «La vieja sangre», lo fabuloso a veces está a la vuelta de la esquina.

El autor ha cogido su barrio natal para convertirlo en escenario mágico y místico de una realidad alternativa. A veces cruel, pero siempre cercana y absorvente. Un Cabanyal oculto entre casas de colores y comercios gentrificados que, sin embargo, podría existir.

Un lugar regido por los Poderes, entidades sobrenaturales que alteran e inciden en la vida de sus vecinos. Donde los Reyes del Barrio son elegidos por las ratas, no por su edad y sabiduría, sino por su capacidad para mediar en los conflictos y resolver los problemas que atacan el barrio.

Lo que Álamo ha hecho es tanto un homenaje a su hogar como un regalo a los lectores, a quienes ofrece una mirada desde abajo, crítica con las problemáticas actuales de cualquier barrio y, al mismo tiempo, una viaje hacia otra realidad.