🙏 Buen día. "El Señor les dio pan del cielo. " salmo 77
📖 Estudio del Magisterio de la iglesia en materia musical.
INSTRUCCIÓN "MUSICAM SACRAM" DE LA SAGRADA CONGREGACIÓN DE RITOS - 1967
I. Algunas normas generales
19. El coro —o "Capilla musical", o "Schola Cantorum"— merece una atención especial por el ministerio litúrgico que desempeña. Su función, según las normas del Concilio relativas a la renovación litúrgica, ha alcanzado una importancia y un peso mayor. A él le pertenece asegurar la justa interpretación de las partes que le corresponden según los distintos géneros de canto y promover la participación activa de los fieles en el canto. Por consiguiente: a) Se tendrá un "Coro", o "Capilla", o "Schola Cantorum" y se fomentará con diligencia, sobre todo en las catedrales y las demás iglesias mayores, en los seminarios y las casas de estudios de religiosos. b ) Es igualmente oportuno establecer tales coros, incluso modestos, en las iglesias pequeñas.
REFLEXIÓN
La lectura evidentemente reafirma lo expuesto anteriormente en el artículo 18 pero haciendo énfasis en:
1. Al coro le corresponde asegurar la justa interpretación musical en la liturgia y de allí se desprende que debe formarse, prepararse para cumplir tal función a cabalidad.
2. Al coro le corresponde promover la participación activa de los fieles en el canto, por tanto, se hace muy necesario abrir las puertas del coro a la participación de todos, niños, jóvenes y adultos, además de crear espacios para la catequesis y formación técnico musical.
3. De los literales "A" y "B" se deduce la importancia de establecer coros en todas las iglesias, y ello constituye una invitación dirigida tanto a sacerdotes, religiosas y fieles para que propicien la formación, creación o continuidad de grupos corales en cada una de nuestras iglesias sin distinción alguna.
https://www.ministeriodemusica.net/2021/07/art-19-el-coro-instruccion-musicam.html
INSTRUCCIÓN "MUSICAM SACRAM" DE LA SAGRADA CONGREGACIÓN DE RITOS - 1967
I. Algunas normas generales
19. El coro —o "Capilla musical", o "Schola Cantorum"— merece una atención especial por el ministerio litúrgico que desempeña. Su función, según las normas del Concilio relativas a la renovación litúrgica, ha alcanzado una importancia y un peso mayor. A él le pertenece asegurar la justa interpretación de las partes que le corresponden según los distintos géneros de canto y promover la participación activa de los fieles en el canto. Por consiguiente: a) Se tendrá un "Coro", o "Capilla", o "Schola Cantorum" y se fomentará con diligencia, sobre todo en las catedrales y las demás iglesias mayores, en los seminarios y las casas de estudios de religiosos. b ) Es igualmente oportuno establecer tales coros, incluso modestos, en las iglesias pequeñas.
REFLEXIÓN
La lectura evidentemente reafirma lo expuesto anteriormente en el artículo 18 pero haciendo énfasis en:
1. Al coro le corresponde asegurar la justa interpretación musical en la liturgia y de allí se desprende que debe formarse, prepararse para cumplir tal función a cabalidad.
2. Al coro le corresponde promover la participación activa de los fieles en el canto, por tanto, se hace muy necesario abrir las puertas del coro a la participación de todos, niños, jóvenes y adultos, además de crear espacios para la catequesis y formación técnico musical.
3. De los literales "A" y "B" se deduce la importancia de establecer coros en todas las iglesias, y ello constituye una invitación dirigida tanto a sacerdotes, religiosas y fieles para que propicien la formación, creación o continuidad de grupos corales en cada una de nuestras iglesias sin distinción alguna.
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🙏 Buen día. "Señor, mi alma tiene sed de ti. " Salmo 62
📖 LA BIBLIA Y LA MÚSICA
I Crónicas 9
Los cantores se ocupaban día y noche de su ministerio
1. Todos los israelitas estaban registrados en las genealogías e inscritos en el libro de los reyes de Israel y de Judá, cuando fueron deportados a Babilonia por sus infidelidades. 2. Los primeros que volvieron a habitar en sus propiedades y ciudades fueron israelitas, sacerdotes, levitas y donados. 3. En Jerusalén habitaron hijos de Judá, hijos de Benjamín, hijos de Efraím y de Mamassés. 4. Utay, hijo de Ammihúd, hijo de Omrí, hijo de Imrí, hijo de Baní, de los hijos de Peres, hijo de Judá. 5. De los silonitas: Asaías, el primogénito, y sus hijos. 6. De los hijos de Zéraj: Yeuel y sus hermanos: 690. 7. De los hijos de Benjamín: Sallú, hijo de Mesullam, hijo de Hodavías, hijo de Hassenuá; 8. Yibneías, hijo de Yerojam: Ela, hijo de Uzzí, hijo de Mikrí, y Mesullam, hijo de Sefatías, hijo de Reuel, hijo de Yibnías, 9. y sus hermanos, según sus genealogías: 956. Todos estos eran jefes de familia en sus respectivas casas paternas. 10. De los sacerdotes: Yedaías, Yehoyarib, Yakín, 11. Azarías, hijo de Jilquías, hijo de Mesullam, hijo de Sadoq, hijo de Merayot, hijo de Ajitub, príncipe de la Casa de Dios. 12. Adaías, hijo de Yerojam, hijo de Pasjur, hijo de Malkías; Masay, hijo de Adiel, hijo de Yajzerá, hijo de Mesullam, hijo de Mesillemit, hijo de Immer; 13. y sus hermanos, jefes de sus casas paternas: 1.760 hombres aptos para los ejercicios del culto de la Casa de Dios. 14. De los levitas: Semaías, hijo de Jassub, hijo de Azricam, hijo de Jasabías, de los hijos de Merarí. 15. Baqbacar, Herés, Galal y Mattanías, hijo de Miká, hijo de Zikrí, hijo de Asaf. 16. Abdías, hijo de Semaías, hijo de Galal, hijo de Yedutún; y Berekías, hijo de Asá, hijo de Elcaná, que habitaban en los poblados de los netofatíes. 17. Los porteros: Sallum, Aqcub, Talmón, Ajimán y sus hermanos. Sallum era el jefe; 18. y están hasta el presente junto a la puerta del rey, al oriente. Estos son los porteros del campamento de los hijos de Leví: 19. Sallum, hijo de Qoré, hijo de Ebyasaf, hijo de Coré, y sus hermanos los coreítas, de la misma casa paterna, tenían el servicio del culto como guardianes de los umbrales de la Tienda, pues sus padres habían tenido a su cargo la guardia de acceso al campamento de Yahveh. 20. Antiguamente había sido su jefe Pinjás, hijo de Eleazar, con el que estaba Yahveh. 21. Zacarías, hijo de Meselemías, era portero de la entrada de la Tienda del Encuentro. 22. El total de los elegidos para porteros era de 212, y estaban inscritos en sus problados. David y Samuel el vidente les habían establecido en sus cargos permanentemente. 23. Tanto ellos como sus hijos tenían a su cargo las puertas de la Casa de Yahveh, la casa de la Tienda. 24. Había porteros a los cuatro vientos: al oriente, al occidente, al norte y al mediodía. 25. Sus hermanos, que habitaban en sus poblados, tenían que venir periódicamente a estar con ellos durante siete días, 26. porque los cuatro jefes de los porteros eran permanentes; algunos levitas estaban al cuidado de las cámaras y de los tesoros de la Casa de Dios. 27. Pasaban la noche alrededor de la Casa de Dios, pues les incumbía su vigilancia y habían de abrirla todas las mañanas. 28. Unos tenían el cuidado de los utensilios del culto, y los contaban al meterlos y al sacarlos. 29. Otros estaban encargados de los utensilios y de todos los instrumentos del Santuario, de la flor de harina, el vino, el aceite, el incienso y los aromas. 30. Los que hacían la mezcla para los aromas eran sacerdotes. 31. Mattitías, uno de los levitas, primogénito de Sallum el coreíta, estaba al cuidado constante de las cosas que se freían en sartén. 32. Entre los quehatitas, sus hermanos, algunos estaban encargados de poner en filas los panes cada sábado. 33. Había también cantores, cabezas de familia de los levitas y moraban en las habitaciones de la Casa, exentos de servicio, pues se ocupaban de día y de noche en su ministerio.
I Crónicas 9
Los cantores se ocupaban día y noche de su ministerio
1. Todos los israelitas estaban registrados en las genealogías e inscritos en el libro de los reyes de Israel y de Judá, cuando fueron deportados a Babilonia por sus infidelidades. 2. Los primeros que volvieron a habitar en sus propiedades y ciudades fueron israelitas, sacerdotes, levitas y donados. 3. En Jerusalén habitaron hijos de Judá, hijos de Benjamín, hijos de Efraím y de Mamassés. 4. Utay, hijo de Ammihúd, hijo de Omrí, hijo de Imrí, hijo de Baní, de los hijos de Peres, hijo de Judá. 5. De los silonitas: Asaías, el primogénito, y sus hijos. 6. De los hijos de Zéraj: Yeuel y sus hermanos: 690. 7. De los hijos de Benjamín: Sallú, hijo de Mesullam, hijo de Hodavías, hijo de Hassenuá; 8. Yibneías, hijo de Yerojam: Ela, hijo de Uzzí, hijo de Mikrí, y Mesullam, hijo de Sefatías, hijo de Reuel, hijo de Yibnías, 9. y sus hermanos, según sus genealogías: 956. Todos estos eran jefes de familia en sus respectivas casas paternas. 10. De los sacerdotes: Yedaías, Yehoyarib, Yakín, 11. Azarías, hijo de Jilquías, hijo de Mesullam, hijo de Sadoq, hijo de Merayot, hijo de Ajitub, príncipe de la Casa de Dios. 12. Adaías, hijo de Yerojam, hijo de Pasjur, hijo de Malkías; Masay, hijo de Adiel, hijo de Yajzerá, hijo de Mesullam, hijo de Mesillemit, hijo de Immer; 13. y sus hermanos, jefes de sus casas paternas: 1.760 hombres aptos para los ejercicios del culto de la Casa de Dios. 14. De los levitas: Semaías, hijo de Jassub, hijo de Azricam, hijo de Jasabías, de los hijos de Merarí. 15. Baqbacar, Herés, Galal y Mattanías, hijo de Miká, hijo de Zikrí, hijo de Asaf. 16. Abdías, hijo de Semaías, hijo de Galal, hijo de Yedutún; y Berekías, hijo de Asá, hijo de Elcaná, que habitaban en los poblados de los netofatíes. 17. Los porteros: Sallum, Aqcub, Talmón, Ajimán y sus hermanos. Sallum era el jefe; 18. y están hasta el presente junto a la puerta del rey, al oriente. Estos son los porteros del campamento de los hijos de Leví: 19. Sallum, hijo de Qoré, hijo de Ebyasaf, hijo de Coré, y sus hermanos los coreítas, de la misma casa paterna, tenían el servicio del culto como guardianes de los umbrales de la Tienda, pues sus padres habían tenido a su cargo la guardia de acceso al campamento de Yahveh. 20. Antiguamente había sido su jefe Pinjás, hijo de Eleazar, con el que estaba Yahveh. 21. Zacarías, hijo de Meselemías, era portero de la entrada de la Tienda del Encuentro. 22. El total de los elegidos para porteros era de 212, y estaban inscritos en sus problados. David y Samuel el vidente les habían establecido en sus cargos permanentemente. 23. Tanto ellos como sus hijos tenían a su cargo las puertas de la Casa de Yahveh, la casa de la Tienda. 24. Había porteros a los cuatro vientos: al oriente, al occidente, al norte y al mediodía. 25. Sus hermanos, que habitaban en sus poblados, tenían que venir periódicamente a estar con ellos durante siete días, 26. porque los cuatro jefes de los porteros eran permanentes; algunos levitas estaban al cuidado de las cámaras y de los tesoros de la Casa de Dios. 27. Pasaban la noche alrededor de la Casa de Dios, pues les incumbía su vigilancia y habían de abrirla todas las mañanas. 28. Unos tenían el cuidado de los utensilios del culto, y los contaban al meterlos y al sacarlos. 29. Otros estaban encargados de los utensilios y de todos los instrumentos del Santuario, de la flor de harina, el vino, el aceite, el incienso y los aromas. 30. Los que hacían la mezcla para los aromas eran sacerdotes. 31. Mattitías, uno de los levitas, primogénito de Sallum el coreíta, estaba al cuidado constante de las cosas que se freían en sartén. 32. Entre los quehatitas, sus hermanos, algunos estaban encargados de poner en filas los panes cada sábado. 33. Había también cantores, cabezas de familia de los levitas y moraban en las habitaciones de la Casa, exentos de servicio, pues se ocupaban de día y de noche en su ministerio.
34. Estos son, según sus genealogías, los cabezas de familia de los levitas, jefes de sus linajes que habitaban en Jerusalén. 35. En Gabaón moraban el padre de Gabaón, Yeiel, cuya mujer se llamaba Maaká 36. y Abdón su hijo primogénito; después, Sur, Quis, Báal, Ner, Nadab, 37. Guedor, Ajyó, Zacarías y Miqlot. 38. Miqlot engendró a Simam. También éstos habitaron en Jerusalén junto a sus hermanos y en unión con éstos. 39. Ner engendró a Quis, Quis engendró a Saúl, Saúl engendró a Jonatán, Malki Súa, Abínadab y Esbáal. 40. Hijo de Jonatán: Merib Báal. Merib Báal engendró a Miká. 41. Hijos de Miká: Pitón, Mélek, Tajrea. 42. Ajaz engendró a Yará, Yará engendró a Alémet, Azmavet y Zimrí. Zimrí engendró a Mosá. 43. Mosá engendró a Binná. Refaías, hijo suyo: Elasá, hijo suyo; Asel, hijo suyo. 44. Asel tuvo seis hijos, cuyos nombres son: Azricam, su primogénito, Ismael, Searías, Obadías y Janán. Estos fueron los hijos de Asel."
PARA MEDITAR
¿Cómo respondemos a nuestro llamado como músicos de Dios?
Otras citas bíblicas para la reflexión:
“De día, el Señor me dará su gracia; y de noche, cantaré mi alabanza al Dios de mi vida." Salmo 42,9
"Noches y días, bendecid al Señor, cantadle, exaltadle eternamente." Daniel 3, 71
¿Cómo respondemos a nuestro llamado como músicos de Dios?
Otras citas bíblicas para la reflexión:
“De día, el Señor me dará su gracia; y de noche, cantaré mi alabanza al Dios de mi vida." Salmo 42,9
"Noches y días, bendecid al Señor, cantadle, exaltadle eternamente." Daniel 3, 71
ESPIRITUALIDAD DEL MÚSICO CATÓLICO
SERMÓN 22 A
Traductor: Pío de Luis, OSA
Comentario del Sal 70,4
San Agustín
1. Toda alma que con atención canta a Dios, sirviéndose de las palabras del salmo, debe reflexionar, al hacerlo, sobre los peligros en que se halla y sentirse tocada por cierto sentimiento íntimo si, por casualidad, sufre en aquel momento alguna tribulación externa o dificultad interior. En ese caso refiere lo que canta a eso que sufre. Acabamos de responder: Líbrame, Señor, de la mano del pecador, de la del malvado e injusto. Quizá cada uno de vosotros, cuando oye estas palabras de boca del lector o cuando él mismo responde, no piensa más que en algún enemigo suyo: o en uno que le levanta calumnias, o en otro que se apresta a mandarlo a la cárcel, que tal vez compone contra él un escrito falso: es a ese al que llama pecador, malvado e injusto, y desea librarse de él. Ves a ese tal cantar e incluso cantar con ardor, acomodar su rostro a las palabras del salmo, alguna vez hasta regar el rostro con lágrimas, suspirar mientras canta. Quien no sabe discernir los sentimientos, luego alaba a aquel hombre y dice: «Con qué sentimiento oye la lectura. ¡Hay que ver cómo gime, cómo suspira!». El otro, sin embargo, está pensando en aquel enemigo suyo, del cual teme en verdad alguna calumnia, alguna violencia, fraude o engaño, y con todas sus fuerzas, con todas sus médulas, con la voz, con el rostro, con los suspiros, dice: Líbrame, Señor, de la mano del pecador, de la del malvado e injusto. El que así canta, como hombre viejo canta, y, entendiéndolo carnalmente, intenta, aunque sea viejo, cantar el cántico nuevo. Si canta el cántico nuevo, cántelo haciéndose él nuevo. ¿Qué significa: cante el hombre nuevo? Renuévese con el deseo de una vida nueva, desee otra cosa, suspire por Dios pensando en algo distinto, sea amador del reino de los cielos. Más brevemente: sea amador de Dios, ame a Dios, ámelo sin esperar recompensa. No otra cosa pretendía objetar el diablo, y de ello quería convencer al santo varón Job, como si fuese hombre viejo, para impedir alcanzar lo que está prometido al nuevo, cuando dice: ¿Acaso Job rinde culto a Dios gratuitamente? Si le rinde culto gratuitamente, vence él al diablo; si no lo hace así, es vencido él. Valdría la objeción del calumniador si Job no adorase gratuitamente a Dios. «Por esto te rinde culto -dijo-, porque le otorgaste tantos bienes». Si Dios permitió que fuese tentado Job, fue para ofrecernos un ejemplo que imitar en aquel de quien sabía que le adoraba desinteresadamente. A Dios era conocido, pero a nosotros se nos ocultaba. Considerad, pues, lo que aconteció al error del diablo: queriendo mostrar que uno era prevaricador, hizo muchos santos imitadores. No lo sometió a sí mismo, sino que nos lo mostró a nosotros como ejemplo. ¿Qué, pues? ¿Cómo comprendimos que Job le adoraba gratuitamente? Porque no era de quienes se mostraban agradecidos mientras tenían y blasfemaban cuando no tenían, sino que antepuso el agradar a Dios a todas sus riquezas, como diciendo: «Tengo a quien me lo dio; ¿por qué busco lo que me concedió?»
SERMÓN 22 A
Traductor: Pío de Luis, OSA
Comentario del Sal 70,4
San Agustín
1. Toda alma que con atención canta a Dios, sirviéndose de las palabras del salmo, debe reflexionar, al hacerlo, sobre los peligros en que se halla y sentirse tocada por cierto sentimiento íntimo si, por casualidad, sufre en aquel momento alguna tribulación externa o dificultad interior. En ese caso refiere lo que canta a eso que sufre. Acabamos de responder: Líbrame, Señor, de la mano del pecador, de la del malvado e injusto. Quizá cada uno de vosotros, cuando oye estas palabras de boca del lector o cuando él mismo responde, no piensa más que en algún enemigo suyo: o en uno que le levanta calumnias, o en otro que se apresta a mandarlo a la cárcel, que tal vez compone contra él un escrito falso: es a ese al que llama pecador, malvado e injusto, y desea librarse de él. Ves a ese tal cantar e incluso cantar con ardor, acomodar su rostro a las palabras del salmo, alguna vez hasta regar el rostro con lágrimas, suspirar mientras canta. Quien no sabe discernir los sentimientos, luego alaba a aquel hombre y dice: «Con qué sentimiento oye la lectura. ¡Hay que ver cómo gime, cómo suspira!». El otro, sin embargo, está pensando en aquel enemigo suyo, del cual teme en verdad alguna calumnia, alguna violencia, fraude o engaño, y con todas sus fuerzas, con todas sus médulas, con la voz, con el rostro, con los suspiros, dice: Líbrame, Señor, de la mano del pecador, de la del malvado e injusto. El que así canta, como hombre viejo canta, y, entendiéndolo carnalmente, intenta, aunque sea viejo, cantar el cántico nuevo. Si canta el cántico nuevo, cántelo haciéndose él nuevo. ¿Qué significa: cante el hombre nuevo? Renuévese con el deseo de una vida nueva, desee otra cosa, suspire por Dios pensando en algo distinto, sea amador del reino de los cielos. Más brevemente: sea amador de Dios, ame a Dios, ámelo sin esperar recompensa. No otra cosa pretendía objetar el diablo, y de ello quería convencer al santo varón Job, como si fuese hombre viejo, para impedir alcanzar lo que está prometido al nuevo, cuando dice: ¿Acaso Job rinde culto a Dios gratuitamente? Si le rinde culto gratuitamente, vence él al diablo; si no lo hace así, es vencido él. Valdría la objeción del calumniador si Job no adorase gratuitamente a Dios. «Por esto te rinde culto -dijo-, porque le otorgaste tantos bienes». Si Dios permitió que fuese tentado Job, fue para ofrecernos un ejemplo que imitar en aquel de quien sabía que le adoraba desinteresadamente. A Dios era conocido, pero a nosotros se nos ocultaba. Considerad, pues, lo que aconteció al error del diablo: queriendo mostrar que uno era prevaricador, hizo muchos santos imitadores. No lo sometió a sí mismo, sino que nos lo mostró a nosotros como ejemplo. ¿Qué, pues? ¿Cómo comprendimos que Job le adoraba gratuitamente? Porque no era de quienes se mostraban agradecidos mientras tenían y blasfemaban cuando no tenían, sino que antepuso el agradar a Dios a todas sus riquezas, como diciendo: «Tengo a quien me lo dio; ¿por qué busco lo que me concedió?»
2. Diré, por lo tanto, hermanos, que quien rinde culto a Dios para obtener riquezas, honores mundanos, y le pide estas cosas, manifiestamente no le rinde culto gratuito. Lo hace por el premio. Si Dios no le concede estas cosas, juzga que debe abandonarlo y, a la inversa, piensa que ha de tributarle un culto mayor a quien se las dé. Lo cierto es que no las da nadie sino él, pero si algún otro las otorgase, abandonado Dios, acudirían a él todos los amadores de estas cosas. Apóyate en Dios; sea él para ti todo tu bien, sea para ti el verdadero bien. Por tanto, después de haber quitado a Job todas las cosas, dado que no pudo quitarle a aquel a quien amaba desinteresadamente, el diablo quedó abatido con las mismas palabras de Job: El Señor me lo dio, el Señor me lo quitó, como plugo al Señor, así se ha hecho . No dijo: «¿Qué voy a hacer contra el Señor? Lloraré por mí, puesto que vencerle no puedo», sino: Sea bendito -dijo- el nombre del Señor. Sólo a causa de sus hijos, cuyo pecado temía, rasgó sus vestiduras, rogando con afecto realmente paterno por ellos. De buena gana aceptó que Dios se los quitase, porque de mejor gana todavía se abrazaba a él.
3. Habrá alguno que diga: «No rindo culto a Dios por las riquezas -él lo sabe-, ni buscando honores caducos y temporales». ¿Por qué entonces? Examinemos a fondo a este hombre que rinde culto a Dios desinteresadamente y desinteresadamente le ama. ¿Por qué, pues? «No quiero -dice- riquezas, quiero sólo lo necesario: no falte nada en mi casa, esté sano yo, con mi mujer y mis hijos. Esto me basta». Todavía tu culto a Dios no es desinteresado. En el mismo Job nos lo mostró Dios. Pues había caído el diablo que, ciertamente con el permiso de Dios, le había quitado las riquezas, y no había caído él, porque las pisoteaba en tal forma que pendía de Dios. Con el permiso de Dios, le privó también de la salud y Job demostró que su culto a Dios era tan gratuito, que ni siquiera le amaba y adoraba por la salud de su cuerpo. Y el diablo no le hirió en un solo miembro: de la cabeza a los pies le dejó como putrefacto, y ello para mayor postración del diablo, para que el triunfo fuese mayor, para que quien había seducido a Adán cuando era inmortal, fuese vencido por un hombre putrefacto. Le hirió, por lo tanto, con una gran llaga que llegaba de la cabeza hasta los pies; corroído por los gusanos, todavía soporta a su mujer que le tentaba, mujer que el diablo le había dejado para que colaborase con él. Ella era la misma Eva, pero él no era el mismo Adán. Le incitó a blasfemar, para que, perdida la paciencia, perdiese a aquel a quien desinteresadamente rendía culto. Pero ¿cómo podía perder a aquel a quien estaba tan unido? ¿Qué respondió a su mujer que tales cosas le decía? Has hablado como una mujer estúpida. Si hemos recibido los bienes de la mano del Señor, ¿no vamos a soportar los males?. He aquí al hombre de culto desinteresado a Dios, que no se lo rinde ni siquiera por la salud misma del cuerpo, que tenemos en común con las bestias.
3. Habrá alguno que diga: «No rindo culto a Dios por las riquezas -él lo sabe-, ni buscando honores caducos y temporales». ¿Por qué entonces? Examinemos a fondo a este hombre que rinde culto a Dios desinteresadamente y desinteresadamente le ama. ¿Por qué, pues? «No quiero -dice- riquezas, quiero sólo lo necesario: no falte nada en mi casa, esté sano yo, con mi mujer y mis hijos. Esto me basta». Todavía tu culto a Dios no es desinteresado. En el mismo Job nos lo mostró Dios. Pues había caído el diablo que, ciertamente con el permiso de Dios, le había quitado las riquezas, y no había caído él, porque las pisoteaba en tal forma que pendía de Dios. Con el permiso de Dios, le privó también de la salud y Job demostró que su culto a Dios era tan gratuito, que ni siquiera le amaba y adoraba por la salud de su cuerpo. Y el diablo no le hirió en un solo miembro: de la cabeza a los pies le dejó como putrefacto, y ello para mayor postración del diablo, para que el triunfo fuese mayor, para que quien había seducido a Adán cuando era inmortal, fuese vencido por un hombre putrefacto. Le hirió, por lo tanto, con una gran llaga que llegaba de la cabeza hasta los pies; corroído por los gusanos, todavía soporta a su mujer que le tentaba, mujer que el diablo le había dejado para que colaborase con él. Ella era la misma Eva, pero él no era el mismo Adán. Le incitó a blasfemar, para que, perdida la paciencia, perdiese a aquel a quien desinteresadamente rendía culto. Pero ¿cómo podía perder a aquel a quien estaba tan unido? ¿Qué respondió a su mujer que tales cosas le decía? Has hablado como una mujer estúpida. Si hemos recibido los bienes de la mano del Señor, ¿no vamos a soportar los males?. He aquí al hombre de culto desinteresado a Dios, que no se lo rinde ni siquiera por la salud misma del cuerpo, que tenemos en común con las bestias.
4. Existe, pues, otra cosa que nos tiene reservada Dios. Por ella hay que rendirle culto, por ella hay que amarlo. Él se reserva a sí mismo para quienes le aman; quiere mostrar su rostro a los purificados, no al ojo de la carne, sino al del corazón. Dichosos los limpios de corazón, porque ellos verán a Dios. Ama para ver; lo que vas a ver no es algo de poco precio, no es algo que se lo lleva el viento; verás a aquel que hizo cuanto amas. Y si esas cosas son hermosas, ¿cómo será quien las hizo? Dios no quiere que ames la tierra, no quiere que ames el cielo, es decir, las cosas que ves, sino a él mismo a quien no ves. El no verle no durará por siempre si tampoco dura por siempre el no amarle. Ámale cuando está ausente, para disfrutar de él cuando se haga presente. Ten deseo del que vas a poseer, de quien vas a abrazar. Primeramente adhiérete mediante la fe; luego te unirás a él en la realidad. Por el momento, en cuanto peregrino, caminas por la fe y la esperanza; cuando hayas llegado, gozarás de aquel a quien amaste mientras eras peregrino. Él mismo fundó la patria, para que te dieses prisa en llegar a ella. Desde ella te envió una carta, para que no difieras regresar de tu peregrinación. Por tanto, si te diriges a tal patria, donde gozarás del fundador de la misma, entonces ahora estás en el desierto rodeado de muchas tentaciones y has de precaverte del enemigo. Aprende contra quién has de cantar: Líbrame, Dios mío, de la mano del pecador, y de la del malvado e injusto. El pecador es, hermanos, el diablo; él es el malvado y el injusto; aspira a liberarte de su mano, de modo que, recorrido el trayecto en el cual se atreve a ponerte asechanzas, llegues a la patria donde él no puede ser admitido.
5. Escucha que el pecador es el diablo. Está escrito: El diablo peca desde el comienzo. Que él es el malvado e injusto, ¿quién lo ignora? ¿Existe malvado mayor que un homicida? ¿Quién fue el primero en dar muerte a un hombre sino quien engañó a Adán? También es injusto, pues obra contra la verdad, y nunca se mantuvo en ella. Contra este malvado e injusto se canta: Líbrame, Señor, de la mano del malvado e injusto. No lo cantes contra tu vecino que te calumnia, contra el poderoso que cambia los mojones de tus posesiones; no lo cantes ni siquiera contra quien te pone asechanzas y se dispone a darte muerte, pues todos estos que te tienden asechanzas son hombres; son carne, son sangre, pasan. Escucha lo que dice el Apóstol: Nuestra lucha no es contra la carne y la sangre. Entonces, ¿contra quién luchamos? ¿Contra quiénes hemos de decir: Líbrame, Señor, de la mano del pecador y de la del malvado e injusto? Nuestra lucha -dijo- no es contra la carne y la sangre, sino contra los príncipes, potestades y rectores del mundo de estas tinieblas, contra los espíritus del mal que habitan en los cielos. Contra un hombre te precaves evitándolo; contra el diablo, orando. A un enemigo visible se le evita procurando no hallarte tú allí donde está él; evitas a quien ves. ¿Cómo evitarás a quien no ves? Orando. Reza contra él: tus dardos son los de la oración. Tú estás callado; por eso él te tiende asechanzas. Rezas tú, y él arde. Pero reza con el afecto con que amas a Dios desinteresadamente, para que tu oración llegue hasta aquel a quien amas sin esperar recompensa.
5. Escucha que el pecador es el diablo. Está escrito: El diablo peca desde el comienzo. Que él es el malvado e injusto, ¿quién lo ignora? ¿Existe malvado mayor que un homicida? ¿Quién fue el primero en dar muerte a un hombre sino quien engañó a Adán? También es injusto, pues obra contra la verdad, y nunca se mantuvo en ella. Contra este malvado e injusto se canta: Líbrame, Señor, de la mano del malvado e injusto. No lo cantes contra tu vecino que te calumnia, contra el poderoso que cambia los mojones de tus posesiones; no lo cantes ni siquiera contra quien te pone asechanzas y se dispone a darte muerte, pues todos estos que te tienden asechanzas son hombres; son carne, son sangre, pasan. Escucha lo que dice el Apóstol: Nuestra lucha no es contra la carne y la sangre. Entonces, ¿contra quién luchamos? ¿Contra quiénes hemos de decir: Líbrame, Señor, de la mano del pecador y de la del malvado e injusto? Nuestra lucha -dijo- no es contra la carne y la sangre, sino contra los príncipes, potestades y rectores del mundo de estas tinieblas, contra los espíritus del mal que habitan en los cielos. Contra un hombre te precaves evitándolo; contra el diablo, orando. A un enemigo visible se le evita procurando no hallarte tú allí donde está él; evitas a quien ves. ¿Cómo evitarás a quien no ves? Orando. Reza contra él: tus dardos son los de la oración. Tú estás callado; por eso él te tiende asechanzas. Rezas tú, y él arde. Pero reza con el afecto con que amas a Dios desinteresadamente, para que tu oración llegue hasta aquel a quien amas sin esperar recompensa.
🙏 Feliz día. " Ofrécele al Señor tu gratitud. " Salmo 49
🎙En el podcast de hoy los invitamos a escuchar un comentario de San Agustín al Salmo 70, una reflexión que nos ayudará a seguir adelante en nuestro de deseo de cantar a Dios como hombres nuevos.
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7 - Comentario al Salmo 70 por San Agustín by Un Canto Nuevo para el Señor • A podcast on Anchor
Comentario al Salmo 70 por San Agustín:
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🙏 Buenos días. "Bendeciré al Señor eternamente. " Salmo 144
*Sugerencias de Cantos XVIII Domingo Ordinario Ciclo B*
*Entrada*
Cristo nos une en torno a su altar
Carmelo Erdozain
https://youtu.be/CTOUmXof8o8
Alrededor de tu mesa
Francisco Palazón
https://youtu.be/831gQAKVYMg
Reunidos en el nombre del Señor
Francisco Palazón
https://youtu.be/RZ9uhqhzvVk
*Presentación de los Dones*
Ante ti Señor, presentamos hoy
Carmelo Erdozain
https://youtu.be/uQx3ssd8QSU
Bendito seas Señor
Francisco Palazón
https://youtu.be/2D1muF5Kf-I
Como este pan
Alejandro Mejía
https://youtu.be/i2VNh4Tgev0
*Comunión*
Danos siempre de ese pan
Dumas y Mary
https://youtu.be/7Sf0jS3RdVM
Yo soy el Pan de vida
Javier Bru
https://youtu.be/YGeydcj155A
Yo soy ese pan
Aurelio Chávez
https://youtu.be/DSwL4qz-2sI
Dice el Señor
Antonio Alcalde
https://youtu.be/V_IEHQ7hPAI
Maná, Maná
Padre Zezinho
https://youtu.be/RxwPihY1NFY
Yo soy el Pan de vida
Suzanne Toolan
https://youtu.be/zTU1fOfOdxE
Tu eres Señor el Pan de Vida
Tomas Aragues
https://youtu.be/tbA4ysOHP78
Yo soy el Pan de vida
Cesáreo Gabarain
https://youtu.be/mTOrigexKpU
Acerquémonos todos al altar
Francisco Palazón
https://youtu.be/15Dcs5OsHD4
Maná verdadero
Antonio Gutiérrez
https://youtu.be/pKJtP-aqtZo
Danos siempre de este pan
Néstor Gallegos
https://youtu.be/INaIUn14LIc
Danos tu pan
Emilio Vicente Mateu
https://youtu.be/UKVPqAs7mms
*Post comunión*
Acabamos de tu oir tu vida
Francisco Palazón
https://youtu.be/axL5j6K2ZYM
*Salida*
Señor tenemos hambre de ti
Pedro Martins
https://youtu.be/0Ey-Lg_WV-4
Gracias Señor por tu palabra
Cesáreo Gabarain
https://youtu.be/ZwMDPX77VoY
Madre de Dios, María
Emilio Vicente Mateu
https://youtu.be/Erh2cAAAj-0
María, la madre buena
Kairoi
https://youtu.be/KuVmoRT0abU
Recuerda Consultar con tu sacerdote
Paz y Bien
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Cristo nos une en torno a su altar
Carmelo Erdozain
https://youtu.be/CTOUmXof8o8
Alrededor de tu mesa
Francisco Palazón
https://youtu.be/831gQAKVYMg
Reunidos en el nombre del Señor
Francisco Palazón
https://youtu.be/RZ9uhqhzvVk
*Presentación de los Dones*
Ante ti Señor, presentamos hoy
Carmelo Erdozain
https://youtu.be/uQx3ssd8QSU
Bendito seas Señor
Francisco Palazón
https://youtu.be/2D1muF5Kf-I
Como este pan
Alejandro Mejía
https://youtu.be/i2VNh4Tgev0
*Comunión*
Danos siempre de ese pan
Dumas y Mary
https://youtu.be/7Sf0jS3RdVM
Yo soy el Pan de vida
Javier Bru
https://youtu.be/YGeydcj155A
Yo soy ese pan
Aurelio Chávez
https://youtu.be/DSwL4qz-2sI
Dice el Señor
Antonio Alcalde
https://youtu.be/V_IEHQ7hPAI
Maná, Maná
Padre Zezinho
https://youtu.be/RxwPihY1NFY
Yo soy el Pan de vida
Suzanne Toolan
https://youtu.be/zTU1fOfOdxE
Tu eres Señor el Pan de Vida
Tomas Aragues
https://youtu.be/tbA4ysOHP78
Yo soy el Pan de vida
Cesáreo Gabarain
https://youtu.be/mTOrigexKpU
Acerquémonos todos al altar
Francisco Palazón
https://youtu.be/15Dcs5OsHD4
Maná verdadero
Antonio Gutiérrez
https://youtu.be/pKJtP-aqtZo
Danos siempre de este pan
Néstor Gallegos
https://youtu.be/INaIUn14LIc
Danos tu pan
Emilio Vicente Mateu
https://youtu.be/UKVPqAs7mms
*Post comunión*
Acabamos de tu oir tu vida
Francisco Palazón
https://youtu.be/axL5j6K2ZYM
*Salida*
Señor tenemos hambre de ti
Pedro Martins
https://youtu.be/0Ey-Lg_WV-4
Gracias Señor por tu palabra
Cesáreo Gabarain
https://youtu.be/ZwMDPX77VoY
Madre de Dios, María
Emilio Vicente Mateu
https://youtu.be/Erh2cAAAj-0
María, la madre buena
Kairoi
https://youtu.be/KuVmoRT0abU
Recuerda Consultar con tu sacerdote
Paz y Bien
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Cristo nos Une, Pbro. Carmelo Erdozaín (con acordes)
Sol Re Re7 Sol Re
Cristo nos une, en torno a su altar;
sim Do Re7 Sol
altar de hermandad y esperan--za.
Sol Re Sol Re7
Cristo nos une, nos da su manjar,
sim Do Re7 Sol
manjar celestial, Pan de Pas--cua.
Sol Re
Su Palabra es Camino,
mim Do Re…
Cristo nos une, en torno a su altar;
sim Do Re7 Sol
altar de hermandad y esperan--za.
Sol Re Sol Re7
Cristo nos une, nos da su manjar,
sim Do Re7 Sol
manjar celestial, Pan de Pas--cua.
Sol Re
Su Palabra es Camino,
mim Do Re…
🙏 Buenos días. "Perdona, Señor, las culpas de tu pueblo. " Salmo 105