Sanando desde el Alma
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Día 20: Perdona

Llegando casi al final de nuestro reto, reflexionaremos sobre uno de los mayores obstáculos que enfrentamos en nuestra vida: perdonar a aquellos que nos han lastimado. Una experiencia dolorosa presenta varios desafíos significativos: manejar el dolor, aprender de la situación y encontrar la manera de seguir adelante; lo cual nos puede llevar toda una vida en alcanzar.

Sabemos que, espiritualmente, debemos amar a todos, incluso a nuestros enemigos; pero eso es mucho más fácil decirlo que hacerlo. Solemos tener miedo a que por perdonar a alguien que nos ha lastimado nos dispongamos a salir heridos nuevamente. Tenemos miedo de mostrar debilidad al dejarlos escabullirse tan fácilmente. Pero perdonar a alguien en realidad es un enorme acto de valentía y fortaleza que además nos brinda un gran beneficio: la paz con la vida, con los demás y con nosotros mismos.

Mencionamos entonces una serie de pasos que pueden ayudarte a liberar esa carga pesada que traes del pasado y que te impide avanzar hacia un futuro más armonioso y feliz:

1. Busca las lecciones que puedes aprender de la situación.
Es difícil ver que algo bueno puede venir de nuestro dolor mientras estamos sufriendo, pero es importante dar un paso atrás, respirar profundo y meditar en qué podríamos aprender de nuestra experiencia. Usualmente podemos mirar nuestros errores y desafíos pasados para ver cómo nos han convertido en la persona que somos hoy, pero aun así nos cuesta ver que lo que estamos atravesando ahora nos está conduciendo a ser la persona que seremos mañana. Si creemos que nuestras experiencias tienen el propósito de moldearnos en personas mejores, entonces debe haber alguna lección de vida en la situación.

2. Entiende que el perdón es una oportunidad para crecer.
Considera todos los desafíos en tu vida como una pista de obstáculos diseñada solo para ti. Es una pista difícil, pero sabes que cuanto más trabajes en ella, más fuerte te volverás. La gente que nos ha lastimado tan solo son algunos obstáculos de la vida, pero si sabemos que podemos y efectivamente los superaremos entonces saldremos más fuertes como resultado.

3. Reconoce que perdonar es recuperar tu poder.
Cuando guardamos rencor hacia alguien, le entregamos nuestro poder. Quizá pensemos que lo estamos castigando al estar enojados con él, pero en realidad estamos permitiendo que controle nuestras emociones. Si fuésemos verdaderamente independientes de su influencia, no sentiríamos el peso del enojo, el dolor o la tristeza.
Cuando elegimos no perdonar, elegimos adoptar el papel de la víctima en la situación. Y nos parece que tiene sentido considerarnos como la víctima. Esta persona nos hizo algo horrible y nosotros éramos inocentes, ¿no? Esto puede ser cierto, pero no significa que tengamos que someternos a la mentalidad de víctima. No podemos controlar o cambiar lo que nos ha sucedido, pero podemos recobrar nuestro poder al no permitir que esa persona sea la fuente de nuestra energía.

4. Desea el bien para aquellos que te han hecho mal.
Imagina a las personas que te han lastimado delante de ti, pidiéndote que los perdones. Deséales el bien y espera que encuentren la transformación en sus propias vidas. No tienes que ser su mejor amigo de nuevo o siquiera mantener el contacto. Algunas personas no están destinadas a quedarse en nuestra vida, especialmente cuando nos han lastimado de forma continua; y eso es válido. Si los perdonamos, podemos dejarlos ir verdaderamente y no llevar la carga del dolor con nosotros.
Cuando asumimos la responsabilidad de nuestro propio sufrimiento y reconocemos que podemos elegir seguir adelante, obtenemos libertad del victimismo. Esto no significa que lo que hizo la otra persona esté bien, y tampoco significa que no nos dolió. Tan solo significa que decidimos no permitir que ese dolor nos destruya. Elegimos usar la experiencia para transformarnos en mejores versiones de nosotros mismos.

5. Perdona a la persona más importante de tu vida: tú mismo.
El último aspecto del perdón y quizás el menos considerado, es el que involucra perdonarte a ti mismo, asumiendo sin culpa sino con responsabilidad todas las acciones pasadas que te han traído una mayor conciencia y un gran aprendizaje en tu vida. Háblate como lo harías con la persona que más quieres en esta vida (un hijo, tu pareja, tus padres o un amigo) y trátate con amor y compasión. De todas las personas que conoces, nadie más que tú mereces tu perdón, ahora y siempre. ¡Eres profundamente amado, sólo por el hecho de existir!

“Perdonar no es olvidar. Pero ayuda a dejar ir el dolor.”
— Kathy Hedberg
Día 21: Vive el presente

Hemos llegado al último día del reto para convertirte en la mejor versión de ti mismo y qué mejor manera de culminar este maravilloso recorrido que aprendiendo a vivir y disfrutar del único momento del cual realmente disponemos: el presente.

Diversos estudios determinan que nuestros pensamientos se sitúan en un 70% en el pasado el cual actúa como un archivador de todos los datos que nos sirven para desenvolvernos actualmente. Podemos afirmar que el pasado nos sirve como método de aprendizaje para afrontar situaciones similares.

Sin embargo, con frecuencia estos recuerdos y conductas aprendidas pueden ser una pesada losa que nos limita a disfrutar del presente y que además nos impide intentar experiencias distintas que bien podrían ser para nuestro mayor beneficio y crecimiento.

Por otro lado, si no estamos ocupados recordando el pasado es probable que estemos preocupados por lo que pueda o no ocurrir; es decir, nuestros pensamientos y emociones están enfocados en el futuro.

Lo cierto es que, con tanto tiempo a nuestra disposición, usamos muy poco de él para realmente disfrutar la vida que tenemos, aquí y ahora. Si pasamos mucho tiempo recordando el pasado podríamos sufrir de depresión; si nos preocupamos demasiado por el futuro podríamos tener ansiedad; así es que aprender a enfocarnos en el presente, donde y con quien estamos, con lo que tenemos en cada instante debe ser un hábito digno de cultivar para aprender, apreciar y disfrutar al máximo cada nuevo día que la vida nos otorga.

Así es que, el día de hoy, asume el reto de estar plenamente presente con tu mente, cuerpo y emociones en todo lo hagas; es probable que al final del día hayas conocido a muchas personas agradables, incluso aquellas que viven contigo. 😉

“El momento presente está lleno de alegría y felicidad. Si estás atento, lo verás.” — Thich Nhat Hahn.

“Solo hay dos días en el año en que no se puede hacer nada. Uno se llama ayer y el otro se llama mañana, así que hoy es el día correcto para amar, creer, hacer y sobre todo vivir”. — Dalai Lama.

“La vida es un gran y maravilloso misterio, y lo único que sabemos con certeza es lo que está aquí ahora mismo; no te lo pierdas”. — Leo Buscaglia.
Reto Extra: Siendo tu mejor versión

No podíamos dejar de agregar un día extra a nuestro reto para compartir con ustedes el último capítulo de Tus Zonas Erróneas donde Wayne Dyer nos hace una descripción de una persona que ha superado sus límites mentales y emocionales y ha aprendido a disfrutar de la vida en todos sus aspectos.

En palabras del autor, estas personas son muy distintas a la gente común y corriente en el sentido que poseen cualidades muy particulares que los hace diferente del resto. Estas son algunas de sus características:

• “Es gente que disfruta de virtualmente todo lo que les brinda la vida; gente que se siente cómoda haciendo cualquier cosa y que no pierde el tiempo quejándose o deseando que las cosas fueran de otra manera. Sienten entusiasmo por la vida y quieren todo lo que pueden sacar de ella.

• La gente sana y realizada está libre del sentimiento de culpa y de toda la ansiedad que se produce cuando se usan los momentos presentes inmovilizándose por hechos que sucedieron en el pasado. Ciertamente pueden reconocer que han cometido errores y pueden prometerse que evitarán repetir ciertos comportamientos que resultaron contraproducentes de alguna manera, pero no malgastan su tiempo arrepintiéndose por algo que hicieron y que desearían no haber hecho.

• Igualmente, la gente libre de zonas erróneas no se atormenta con preocupaciones. Rehúsan preocuparse por lo que pasará en el futuro y se mantienen libres de la ansiedad que acompaña a las preocupaciones… No es que necesariamente estén calmados todo el tiempo, pero no están dispuestos a pasar sus momentos presentes sufriendo por cosas que pueden suceder en el futuro y sobre las que no tienen ningún control.

• Esta gente vive ahora en el presente y no en el pasado o en el futuro. No se sienten amenazados por lo desconocido y buscan nuevas experiencias que nos les son familiares. Disfrutan del ahora en todas las ocasiones convencidos de que es todo lo que tienen… estas personas tienen una rara habilidad para sacar todo el goce posible de sus vidas diarias.

• No postergan. Hacen lo que deben hacer en el momento indicado para ello.

• Esta gente es notablemente independiente… Sus relaciones humanas se basan en el respeto mutuo al derecho que tiene el individuo a tomar sus propias decisiones. El amor de esta gente no lleva implícita la imposición de los valores propios en el ser amado. Dan gran importancia a la intimidad del ser humano; lo que puede hacer que los demás se sientan rechazados. Les gusta estar solos a veces, y se preocupan mucho de proteger su intimidad.

• Son capaces de funcionar sin la aprobación y el aplauso de los demás… Es gente que está interiormente dirigida y a la que realmente no le preocupa ni interesa la evaluación de su comportamiento que hace la demás gente.

• Si quieres saber lo que piensan, eso será exactamente lo que te dirán. Igualmente, cuando tú digas algo sobre ellos, no los destruirás ni inmovilizarás con tus palabras y opiniones. Usarán la información que les das, la filtrarán por medio de sus propios valores y usarán lo que les sirve en su propio beneficio y crecimiento.

• Saben reír y hacer reír. Descubren el humor en casi todas las situaciones y se pueden reír de los acontecimientos más absurdos lo mismo que de los más serios y solemnes.

• Son gente que se acepta a sí misma sin quejas. Saben que son seres humanos y que serlo implica ciertos atributos humanos.

• No son gente enfermiza. No creen en la inmovilidad que producen los resfriados y los dolores de cabeza. Creen en su propia capacidad para deshacerse de esas enfermedades y no andan contándole a los demás lo mal que se sienten, lo cansados que están o qué enfermedades infectan su cuerpo en la actualidad.

• Tratan bien a sus cuerpos. Se quieren a sí mismos y en consecuencia comen bien, hacen regularmente ejercicio (como sistema de vida) y rehúsan experimentar el tipo de malestares que inutilizan a mucha gente durante diversos períodos de tiempo. Les gusta vivir bien, y así lo hacen.
• Otra característica de estos individuos en pleno funcionamiento es la honestidad. Sus respuestas no son evasivas ni pretenden mentir respecto a ninguna cosa. Consideran que la mentira es una distorsión de su propia realidad y rehúsan participar en cualquier tipo de comportamiento que sirva para engañarse a sí mismos.

• Esta gente no culpa a los demás. La orientación de su personalidad es interna y rehúsan responsabilizar a los demás por lo que ellos son. Por lo mismo, no pierden mucho tiempo hablando de los demás, ni están obsesionados por lo que los otros hacen o dejan de hacer. No hablan de la gente ¡hablan con ella!

• Y finalmente, estas personas no tienen miedo al fracaso… Saben que el fracaso es sólo un índice de la opinión de otra gente y no hay que tenerle miedo puesto que no puede afectar su autovaloración. Así, se atreven a probar cualquier cosa, simplemente porque es divertido y no tienen miedo a tener que explicarse a sí mismos.

Si usas tus momentos presentes para aumentar al máximo la plenitud de tu realización, serás una de esas personas y no un simple observador. Es una idea maravillosa: estar libre de zonas erróneas. Puedes hacer esa elección ahora, si escoges hacerla.”

-Wayne Dyer, Tus Zonas Erróneas.
A través de este reto de 21 días estuvimos compartiendo herramientas para incluirlas en nuestro día a día y construir hábitos positivos que aporten en la creación de una mejor versión de nosotros mismos.

Ha llegado el momento de unir esas herramientas y ponerlas en práctica todas juntas para expresar esa versión.

Muchas gracias a todos los que nos apoyaron participando en el reto durante estos 21 días, la próxima semana tendremos una sorpresa para ustedes.

Emily y Lolimar