¿Por qué soy católico?
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Cristo Jesús dia a dia con nosotros
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Forwarded from Algo del Evangelio
Jueves 10 de marzo + I Jueves de cuaresma + Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Mateo 7, 7-12

Jesús dijo a sus discípulos:
«Pidan y se les dará; busquen y encontrarán; llamen y se les abrirá. Porque todo el que pide, recibe; el que busca, encuentra; y al que llama, se le abrirá.
¿Quién de ustedes, cuando su hijo le pide pan, le da una piedra? ¿O si le pide un pez, le da una serpiente? Si ustedes, que son malos, saben dar cosas buenas a sus hijos, ¡cuánto más el Padre celestial dará cosas buenas a aquellos que se las pidan!
Todo lo que deseen que los demás hagan por ustedes, háganlo por ellos: en esto consiste la Ley y los Profetas».

Palabra del Señor.
Forwarded from Algo del Evangelio
Viernes 11 de marzo + I Viernes de Cuaresma + Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Mateo 5, 20-26

Jesús dijo a sus discípulos:
«Les aseguro que, si la justicia de ustedes no es superior a la de los escribas y fariseos, no entrarán en el Reino de los Cielos.
Ustedes han oído que se dijo a los antepasados: No matarás, y el que mata, debe ser llevado ante el tribunal. Pero yo les digo que todo aquel que se irrita contra su hermano, merece ser condenado por un tribunal. Y todo aquel que lo insulta, merece ser castigado por el Sanedrín. Y el que lo maldice, merece la Gehena de fuego.
Por lo tanto, si al presentar tu ofrenda en el altar, te acuerdas de que tu hermano tiene alguna queja contra ti, deja tu ofrenda ante el altar, ve a reconciliarte con tu hermano, y solo entonces vuelve a presentar tu ofrenda.
Trata de llegar en seguida a un acuerdo con tu adversario, mientras vas caminando con él, no sea que el adversario te entregue al juez, y el juez al guardia, y te pongan preso. Te aseguro que no saldrás de allí hasta que hayas pagado el último centavo».

Palabra del Señor.
Forwarded from Algo del Evangelio
Sábado 12 de marzo + I Sábado de Cuaresma + Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Mateo 5, 43-48

Jesús dijo a sus discípulos:
«Ustedes han oído que se dijo: Amarás a tu prójimo y odiarás a tu enemigo. Pero yo les digo: Amen a sus enemigos, rueguen por sus perseguidores; así serán hijos del Padre que está en el cielo, porque él hace salir el sol sobre malos y buenos y hace caer la lluvia sobre justos e injustos.
Si ustedes aman solamente a quienes los aman, ¿qué recompensa merecen? ¿No hacen lo mismo los publicanos? Y si saludan solamente a sus hermanos, ¿qué hacen de extraordinario? ¿No hacen lo mismo los paganos?
Por lo tanto, sean perfectos como es perfecto el Padre que está en el cielo».

Palabra del Señor.
Forwarded from REFLEXIONES CON AMOR (Una REFLEXION Para REFLEXIONAR)
Es muy fácil decir YO CREO EN DIOS, pero No solo se trata de creer, sino que también de actuar en oposición a los valores comunes. Los catolicos sinceros eligen el camino del servicio al de la imposición, el de la humildad al de la soberbia y el del vaciamiento al del aprovechamiento.
San Pablo se encontraba en la cárcel y era consciente de que su apresamiento podía terminar con su ejecución, bajo esas circunstancias escribió una carta a sus amigos filipenses. La carta tiene un tono de despedida, porque San Pablo pensaba que escribía su última voluntad. Lo cierto es que saldría de esa prisión y viviría en libertad por un par de años más antes de su encarcelamiento final. Pero al momento de redactar la carta él no lo sabía. Pensando en que su ejecución podría desalentar a los creyentes, aprovechó para manifestar su fe en el triunfo definitivo sobre los poderes que le oprimían e indicarles el camino que les conduciría a esa victoria.
Para eso, citó algunos párrafos de un canto usado en su tiempo para exaltar a Jesús: «…el cual, siendo en forma de Dios, no estimó el ser igual a Dios como cosa a que aferrarse, sino que se despojó a sí mismo, tomando forma de siervo, hecho semejante a los hombres; y estando en la condición de hombre, se humilló a sí mismo, haciéndose obediente hasta la muerte, y muerte de cruz», por favor leed (Filipenses 2,6-8).
Este canto antiguo resume la historia de Jesús. No se dice en él todo lo que los evangelios narran sobre su vida, pero sí se afirman los elementos más importantes sobre su persona. Jesús no se aferró a ser igual que Dios, sino que se despojó para humillarse hasta la cruz. El canto está lleno de contrastes. Pero ¿en qué consisten esos contrastes? ¿Qué había en el mundo que afirmara poseer la forma de Dios? ¿Quién se consideraba igual a Dios como algo para aprovecharse? La respuesta es inequívoca: el emperador de Roma. La teología imperial proclamaba al César como un ser divino. Se le adjudicaban títulos tales como Señor, Hijo de Dios y Salvador del Mundo.
La divinización de los gobernantes romanos era un acto esencialmente político que encontraba su origen en el antiguo deseo humano, expresado desde Adán y Eva, de llegar a ser como Dios. Pero Jesús optó por otro camino: no pretender ser igual a Dios sino por el contrario, vaciarse a sí mismo, tomando la forma de un sirviente y humillándose hasta la muerte. El Dios que se vació y se encarnó en Jesús no era un apasionado del poder y el control, sino de la justicia y la paz, de la justicia distributiva y de la no violencia.
En la ocasión cuando Pedro aseguró que Jesús era el mesías es probable que, al igual que sus contemporáneos, estuviera pensando en un rey poderoso y justiciero. Por eso Jesús le pidió que no se lo dijera a nadie e inmediatamente le habló de sus futuros sufrimientos y muerte. Eso decepcionó a Pedro, pero era necesario anteponer la manera de Jesús a la de los hombres. El método de Jesús era el del servicio en tanto que el de los hombres era el del poder.
Lo que se puede ver en el modelo de Jesús es el camino, el sendero. Es la mentalidad que Pablo, en su carta y en el contexto del canto cristiano, aconseja que deben tener los seguidores de Jesús. Lo que él mostró con su servicio y humildad fue el camino hacia la transformación personal. La autenticidad del cristianismo se manifiesta cuando se cree en un estilo de vida diferente al modo estándar del mundo. Pero no solo se trata de creer, sino que también de actuar en oposición a los valores comunes. Los creyentes sinceros eligen el camino del servicio al de la imposición, el de la humildad al de la soberbia y el del vaciamiento al del aprovechamiento.

Siguiendo esa lógica, la cárcel era para Pablo solo seguir el sendero de su maestro. Un sendero que conducía a la victoria sobre todos los poderes. Con confianza afirmaba que sus prisiones habían redundado para el progreso del Evangelio. Aun cuando su vida tuviera que ser derramada como ofrenda, aseguraba que Cristo sería magnificado en su cuerpo. Porque para él el vivir era Cristo y el morir era ganancia.
Forwarded from Algo del Evangelio
Domingo 13 de marzo + II Domingo de Cuaresma(C) + Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Lucas 9, 28b-36

Jesús tomó a Pedro, Juan y Santiago, y subió a la montaña para orar. Mientras oraba, su rostro cambió de aspecto y sus vestiduras se volvieron de una blancura deslumbrante. Y dos hombres conversaban con él: eran Moisés y Elías, que aparecían revestidos de gloria y hablaban de la partida de Jesús, que iba a cumplirse en Jerusalén.
Pedro y sus compañeros tenían mucho sueño, pero permanecieron despiertos, y vieron la gloria de Jesús y a los dos hombres que estaban con él.
Mientras estos se alejaban, Pedro dijo a Jesús: «Maestro, ¡qué bien estamos aquí! Hagamos tres carpas, una para ti, otra para Moisés y otra para Elías».
Él no sabía lo que decía. Mientras hablaba, una nube los cubrió con su sombra y al entrar en ella, los discípulos se llenaron de temor. Desde la nube se oyó entonces una voz que decía: «Este es mi Hijo, el Elegido, escúchenlo». Y cuando se oyó la voz, Jesús estaba solo.
Los discípulos callaron y durante todo ese tiempo no dijeron a nadie lo que habían visto.

Palabra del Señor.
Forwarded from Algo del Evangelio
Lunes 14 de marzo + II Lunes de Cuaresma + Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Lucas 6, 36-38

Jesús dijo a sus discípulos:
«Sean misericordiosos, como el Padre de ustedes es misericordioso. No juzguen y no serán juzgados; no condenen y no serán condenados; perdonen y serán perdonados.
Den, y se les dará. Les volcarán sobre el regazo una buena medida, apretada, sacudida y desbordante. Porque la medida con que ustedes midan también se usará para ustedes».

Palabra del Señor.
Forwarded from Algo del Evangelio
Martes 15 de marzo + II Martes de Cuaresma + Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Mateo 23, 1-12

Jesús dijo a la multitud y a sus discípulos:
«Los escribas y fariseos ocupan la cátedra de Moisés; ustedes hagan y cumplan todo lo que ellos les digan, pero no se guíen por sus obras, porque no hacen lo que dicen. Atan pesadas cargas y las ponen sobre los hombros de los demás, mientras que ellos no quieren moverlas ni siquiera con el dedo.
Todo lo hacen para que los vean: agrandan las filacterias y alargan los flecos de sus mantos; les gusta ocupar los primeros puestos en los banquetes y los primeros asientos en las sinagogas, ser saludados en las plazas y oírse llamar "mi maestro" por la gente.
En cuanto a ustedes, no se hagan llamar "maestro", porque no tienen más que un Maestro y todos ustedes son hermanos. A nadie en el mundo llamen "padre", porque no tienen sino uno, el Padre celestial. No se dejen llamar tampoco "doctores", porque solo tienen un Doctor, que es el Mesías.
Que el más grande de entre ustedes se haga servidor de los otros, porque el que se ensalza será humillado, y el que se humilla será ensalzado».

Palabra del Señor.
Forwarded from Algo del Evangelio
Miércoles 16 de marzo + II Miércoles de cuaresma + Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Mateo 20, 17-28

Cuando Jesús se dispuso a subir a Jerusalén, llevó consigo sólo a los Doce, y en el camino les dijo: «Ahora subimos a Jerusalén, donde el Hijo del hombre va a ser entregado a los sumos sacerdotes y a los escribas. Ellos lo condenarán a muerte y lo entregarán a los paganos para que sea maltratado, azotado y crucificado, pero al tercer día resucitará».
Entonces la madre de los hijos de Zebedeo se acercó a Jesús, junto con sus hijos, y se postró ante él para pedirle algo.
«¿Qué quieres?», le preguntó Jesús.
Ella le dijo: «Manda que mis dos hijos se sienten en tu Reino, uno a tu derecha y el otro a tu izquierda».
«No saben lo que piden», respondió Jesús. «¿Pueden beber el cáliz que yo beberé?».
«Podemos», le respondieron.
«Está bien, les dijo Jesús, ustedes beberán mi cáliz. En cuanto a sentarse a mi derecha o a mi izquierda, no me toca a mí concederlo, sino que esos puestos son para quienes se los ha destinado mi Padre».
Al oír esto, los otros diez se indignaron contra los dos hermanos. Pero Jesús los llamó y les dijo: «Ustedes saben que los jefes de las naciones dominan sobre ellas y los poderosos les hacen sentir su autoridad. Entre ustedes no debe suceder así. Al contrario, el que quiera ser grande, que se haga servidor de ustedes; y el que quiera ser el primero que se haga su esclavo: como el Hijo del hombre, que no vino para ser servido, sino para servir y dar su vida en rescate por una multitud».

Palabra del Señor.
Forwarded from Algo del Evangelio
Jueves 17 de marzo + II Jueves de cuaresma + Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Lucas 16, 19-31

Jesús dijo a los fariseos:
«Había un hombre rico que se vestía de púrpura y lino finísimo y cada día hacía espléndidos banquetes. A su puerta, cubierto de llagas, yacía un pobre llamado Lázaro, que ansiaba saciarse con lo que caía de la mesa del rico; y hasta los perros iban a lamer sus llagas.
El pobre murió y fue llevado por los ángeles al seno de Abraham. El rico también murió y fue sepultado.
En la morada de los muertos, en medio de los tormentos, levantó los ojos y vio de lejos a Abraham, y a Lázaro junto a él. Entonces exclamó: "Padre Abraham, ten piedad de mí y envía a Lázaro para que moje la punta de su dedo en el agua y refresque mi lengua, porque estas llamas me atormentan".
Hijo mío, respondió Abraham, recuerda que has recibido tus bienes en vida y Lázaro, en cambio, recibió males; ahora él encuentra aquí su consuelo, y tú, el tormento. Además, entre ustedes y nosotros se abre un gran abismo. De manera que los que quieren pasar de aquí hasta allí no pueden hacerlo, y tampoco se puede pasar de allí hasta aquí".
El rico contestó: "Te ruego entonces, padre, que envíes a Lázaro a la casa de mi padre, porque tengo cinco hermanos: que él los prevenga, no sea que ellos también caigan en este lugar de tormento".
Abraham respondió: "Tienen a Moisés y a los Profetas; que los escuchen".
"No, padre Abraham, insistió el rico. Pero si alguno de los muertos va a verlos, se arrepentirán".
Abraham respondió: "Si no escuchan a Moisés y a los Profetas, aunque resucite alguno de entre los muertos, tampoco se convencerán"».

Palabra del Señor.