Apócrifos – Apocalipsis de Elías.
Apócrifos – Apocalipsis de Pablo.
Apócrifos – Apocalipsis de Pedro.
Apócrifos – Canon de Muratori.
Apócrifos – Carta de Herodes a Pilatos.
Apócrifos – Carta de Lentulo a Octavio.
Apócrifos – Carta de Pilatos a Cesar.
Apócrifos – Carta de Pilatos a Herodes.
Apócrifos – Carta de Pilatos a Tiberio.
Apócrifos – Correspondencia Apócrifa.
Apócrifos – El Evangelio Árabe de la Infancia.
Apócrifos – El Evangelio Armenio de la Infancia.
Apócrifos – El Evangelio de Ammonio.
Apócrifos – El Evangelio de Bernabé.
Apócrifos – El Evangelio de Judas.
Apócrifos – El Evangelio de la muerte de Pilatos.
Apócrifos – El Evangelio de la Verdad.
Apócrifos – El Evangelio de los Egipcios.
Apócrifos – El Evangelio de Maria.
Apócrifos – El Evangelio de Maria magdalena.
Apócrifos – El Evangelio de Nicodemo.
Apócrifos – El Evangelio de San Pedro.
Apócrifos – El Evangelio de Santo Tomas.
Apócrifos – El Evangelio de Taciano.
Apócrifos – El Evangelio de Valentino.
Apócrifos – El Evangelio según Felipe.
Apócrifos – El Evangelio según Jesucristo.
Apócrifos – El Evangelio según San Lucas.
Apócrifos – El Evangelio según San Mateo.
Apócrifos – El Evangelio según Tomas.
Apócrifos – El Libro de Enoc.
Apócrifos – El Pastor de Hermas.
Apócrifos – El Proto Evangelio de Santiago.
Apócrifos – Epístola a Diogneto.
Apócrifos – Epístola a los Corintios.
Apócrifos – Epístola a los Filipenses.
Apócrifos – Epístola a los Laodicenses.
Apócrifos – Epístola de Bernabé.
Apócrifos – Epístola de Ignacio.
Apócrifos – Epístola de la Iglesia de Esmirna a la de la Filomelio.
Apócrifos – Evangelio de la Natividad de Maria.
Apócrifos – Evangelio del Pseudo Mateo.
Apócrifos – Evangelio Judas.
Apócrifos – Evangelios.
Apócrifos – Fragmentos de Papias.
Apócrifos – Fragmentos del Evangelio según los Hebreos.
Apócrifos – Hechos de Pedro y los Doce Apósteles.
Apócrifos – Historia Árabe de Jose el Carpintero.
Apócrifos – Historia Copta de Jose el Carpintero.
Apócrifos – La hija de Pedro.
Apócrifos – Sentencia de Pilatos.
Apócrifos – Sentencias atribuidas a Jesus por los Padres de la Iglesia.
Apócrifos – Tradición de Pilatos.
Fuente: Libros Apócrifos
Apócrifos – Apocalipsis de Pablo.
Apócrifos – Apocalipsis de Pedro.
Apócrifos – Canon de Muratori.
Apócrifos – Carta de Herodes a Pilatos.
Apócrifos – Carta de Lentulo a Octavio.
Apócrifos – Carta de Pilatos a Cesar.
Apócrifos – Carta de Pilatos a Herodes.
Apócrifos – Carta de Pilatos a Tiberio.
Apócrifos – Correspondencia Apócrifa.
Apócrifos – El Evangelio Árabe de la Infancia.
Apócrifos – El Evangelio Armenio de la Infancia.
Apócrifos – El Evangelio de Ammonio.
Apócrifos – El Evangelio de Bernabé.
Apócrifos – El Evangelio de Judas.
Apócrifos – El Evangelio de la muerte de Pilatos.
Apócrifos – El Evangelio de la Verdad.
Apócrifos – El Evangelio de los Egipcios.
Apócrifos – El Evangelio de Maria.
Apócrifos – El Evangelio de Maria magdalena.
Apócrifos – El Evangelio de Nicodemo.
Apócrifos – El Evangelio de San Pedro.
Apócrifos – El Evangelio de Santo Tomas.
Apócrifos – El Evangelio de Taciano.
Apócrifos – El Evangelio de Valentino.
Apócrifos – El Evangelio según Felipe.
Apócrifos – El Evangelio según Jesucristo.
Apócrifos – El Evangelio según San Lucas.
Apócrifos – El Evangelio según San Mateo.
Apócrifos – El Evangelio según Tomas.
Apócrifos – El Libro de Enoc.
Apócrifos – El Pastor de Hermas.
Apócrifos – El Proto Evangelio de Santiago.
Apócrifos – Epístola a Diogneto.
Apócrifos – Epístola a los Corintios.
Apócrifos – Epístola a los Filipenses.
Apócrifos – Epístola a los Laodicenses.
Apócrifos – Epístola de Bernabé.
Apócrifos – Epístola de Ignacio.
Apócrifos – Epístola de la Iglesia de Esmirna a la de la Filomelio.
Apócrifos – Evangelio de la Natividad de Maria.
Apócrifos – Evangelio del Pseudo Mateo.
Apócrifos – Evangelio Judas.
Apócrifos – Evangelios.
Apócrifos – Fragmentos de Papias.
Apócrifos – Fragmentos del Evangelio según los Hebreos.
Apócrifos – Hechos de Pedro y los Doce Apósteles.
Apócrifos – Historia Árabe de Jose el Carpintero.
Apócrifos – Historia Copta de Jose el Carpintero.
Apócrifos – La hija de Pedro.
Apócrifos – Sentencia de Pilatos.
Apócrifos – Sentencias atribuidas a Jesus por los Padres de la Iglesia.
Apócrifos – Tradición de Pilatos.
Fuente: Libros Apócrifos
La puerta estrecha / Anarquia Gnosis espiritual pinned «Apócrifos – Apocalipsis de Elías. Apócrifos – Apocalipsis de Pablo. Apócrifos – Apocalipsis de Pedro. Apócrifos – Canon de Muratori. Apócrifos – Carta de Herodes a Pilatos. Apócrifos – Carta de Lentulo a Octavio. Apócrifos – Carta de Pilatos a Cesar.…»
Extracto del Evangelio de Nicodemo, un buen "mal llamado apocrifo", que completa muchos eventos de Mateo, Marcos, Lucas y Juan
juzgadlo según vuestra ley. Mas los
judíos repusieron: No nos está permitido matar a nadie. Y Pilatos redarguyó: Es a
vosotros, y no a mí, a quien Dios preceptuó: No matarás.
3. Y, vuelto al Pretorio, Pilatos llamó a Jesús a solas, y lo interrogó: ¿Eres tú el rey de
los judíos? Y Jesús respondió: ¿Dices esto de ti mismo, o te lo han dicho otros de mí?
4. Pilatos repuso: ¿Por ventura soy judío yo? Tu nación y los príncipes de los
sacerdotes te han entregado a mí. ¿Qué has hecho?
5. Contestó Jesús: Mi reino no es de este mundo. Si mi reino fuese de este mundo, mis
servidores habrían peleado para que yo no fuera entregado a los judíos. Pero mi reino
no es de aquí.
6. Pilatos exclamó: ¿Luego rey eres tú? Replicó Jesús: Tú dices que yo soy rey. Yo
para esto he nacido y para esto he venido al mundo: para dar testimonio de la verdad.
El que oye mi palabra la verdad escucha.
7. Dijo Pilatos: ¿Qué es la verdad? Y Jesús respondió: La verdad viene del cielo.
Pilatos le preguntó: ¿No hay, pues, verdad sobre esta tierra? Y Jesús dijo: Mira cómo
los que manifiestan la verdad sobre la tierra son juzgados por los que tienen poder
sobre la tierra.
Nuevos cargos de los judíos contra Jesús
IV 1. Dejando a Jesús en el interior del Pretorio, Pilatos salió, y se fue hacia los
judíos, a quienes dijo: No encuentro en él falta alguna.
2. Mas los judíos repusieron: Él ha dicho que podía destruir el templo, y reedificarlo
en tres días.
3. Pilatos les preguntó: ¿Qué es el templo? Y los judíos contestaron: El que Salomón
tardó cuarenta y seis años en construir, y él asegura que, en sólo tres días, puede
aniquilarlo y volver a levantarlo otra vez.
4. Y Pilatos afirmó de nuevo: Inocente soy de la sangre de este hombre. Ved lo que os
toca hacer con él.
5. Y los judíos gritaron: ¡Caiga su sangre sobre nosotros y sobre nuestros hijos!
6. Entonces Pilatos, llamando a los ancianos, a los sacerdotes y a los levitas, les
comunicó en secreto: No obréis así, porque nada hallo digno de muerte en lo que le
reprocháis de haber violado el sábado. Mas ellos opusieron: El que ha blasfemado
contra el César es digno de muerte. Y él ha hecho más, pues ha blasfemado contra
Dios.
7. Ante esta pertinacia en la acusación, Pilatos mandó a los judíos que saliesen del
Pretorio y, llamando a Jesús, le dijo: ¿Qué haré a tu respecto? Jesús dijo: Haz lo que
debes. Y Pilatos preguntó a los judíos: ¿Cómo debo obrar? Jesús respondió: Moisés y
los profetas han predicho esta pasión y mi resurrección.
8. Al oír esto, los judíos dijeron a Pilatos: ¿Quieres escuchar más tiempo sus
blasfemias? Nuestra ley estatuye que, si un hombre peca contra su prójimo, recibirá
cuarenta azotes menos uno, y que el blasfemo será castigado con la muerte.
9. Y Pilatos expuso: Si su discurso es blasfematorio, tomadlo, conducidlo a vuestra
Sinagoga, y juzgadlo según vuestra ley. Mas los judíos dijeron: Queremos que sea
crucificado. Pilatos les dijo: Eso no es justo. Y, mirando a la asamblea, vio a varios
judíos que lloraban, y exclamó: No es voluntad de toda la multitud que muera.
10. Empero, los ancianos dijeron a Pilatos: Para que muera hemos venido aquí todos.
Y Pilatos preguntó a los judíos: ¿Qué ha hecho, para merecer la muerte? Y ellos
respondieron: Ha dicho que era rey e hijo de Dios.
Defensa de Jesús por Nicodemo
V 1. Entonces un judío llamado Nicodemo se acercó al gobernador y le dijo: Te ruego
me permitas, en tu misericordia, decir algunas palabras. Y Pilatos le dijo: Habla.
2. Y Nicodemo dijo: Yo he preguntado a los ancianos, a los sacerdotes, a los levitas, a
los escribas, a toda la multitud de los judíos, en la Sinagoga: ¿Qué queja o agravio
tenéis contra este hombre? Él hace numerosos y extraordinarios milagros, tales como
nadie los ha hecho, ni se harán jamás. Dejadlo, y no le causéís mal alguno, porque si
judíos repusieron: No nos está permitido matar a nadie. Y Pilatos redarguyó: Es a
vosotros, y no a mí, a quien Dios preceptuó: No matarás.
3. Y, vuelto al Pretorio, Pilatos llamó a Jesús a solas, y lo interrogó: ¿Eres tú el rey de
los judíos? Y Jesús respondió: ¿Dices esto de ti mismo, o te lo han dicho otros de mí?
4. Pilatos repuso: ¿Por ventura soy judío yo? Tu nación y los príncipes de los
sacerdotes te han entregado a mí. ¿Qué has hecho?
5. Contestó Jesús: Mi reino no es de este mundo. Si mi reino fuese de este mundo, mis
servidores habrían peleado para que yo no fuera entregado a los judíos. Pero mi reino
no es de aquí.
6. Pilatos exclamó: ¿Luego rey eres tú? Replicó Jesús: Tú dices que yo soy rey. Yo
para esto he nacido y para esto he venido al mundo: para dar testimonio de la verdad.
El que oye mi palabra la verdad escucha.
7. Dijo Pilatos: ¿Qué es la verdad? Y Jesús respondió: La verdad viene del cielo.
Pilatos le preguntó: ¿No hay, pues, verdad sobre esta tierra? Y Jesús dijo: Mira cómo
los que manifiestan la verdad sobre la tierra son juzgados por los que tienen poder
sobre la tierra.
Nuevos cargos de los judíos contra Jesús
IV 1. Dejando a Jesús en el interior del Pretorio, Pilatos salió, y se fue hacia los
judíos, a quienes dijo: No encuentro en él falta alguna.
2. Mas los judíos repusieron: Él ha dicho que podía destruir el templo, y reedificarlo
en tres días.
3. Pilatos les preguntó: ¿Qué es el templo? Y los judíos contestaron: El que Salomón
tardó cuarenta y seis años en construir, y él asegura que, en sólo tres días, puede
aniquilarlo y volver a levantarlo otra vez.
4. Y Pilatos afirmó de nuevo: Inocente soy de la sangre de este hombre. Ved lo que os
toca hacer con él.
5. Y los judíos gritaron: ¡Caiga su sangre sobre nosotros y sobre nuestros hijos!
6. Entonces Pilatos, llamando a los ancianos, a los sacerdotes y a los levitas, les
comunicó en secreto: No obréis así, porque nada hallo digno de muerte en lo que le
reprocháis de haber violado el sábado. Mas ellos opusieron: El que ha blasfemado
contra el César es digno de muerte. Y él ha hecho más, pues ha blasfemado contra
Dios.
7. Ante esta pertinacia en la acusación, Pilatos mandó a los judíos que saliesen del
Pretorio y, llamando a Jesús, le dijo: ¿Qué haré a tu respecto? Jesús dijo: Haz lo que
debes. Y Pilatos preguntó a los judíos: ¿Cómo debo obrar? Jesús respondió: Moisés y
los profetas han predicho esta pasión y mi resurrección.
8. Al oír esto, los judíos dijeron a Pilatos: ¿Quieres escuchar más tiempo sus
blasfemias? Nuestra ley estatuye que, si un hombre peca contra su prójimo, recibirá
cuarenta azotes menos uno, y que el blasfemo será castigado con la muerte.
9. Y Pilatos expuso: Si su discurso es blasfematorio, tomadlo, conducidlo a vuestra
Sinagoga, y juzgadlo según vuestra ley. Mas los judíos dijeron: Queremos que sea
crucificado. Pilatos les dijo: Eso no es justo. Y, mirando a la asamblea, vio a varios
judíos que lloraban, y exclamó: No es voluntad de toda la multitud que muera.
10. Empero, los ancianos dijeron a Pilatos: Para que muera hemos venido aquí todos.
Y Pilatos preguntó a los judíos: ¿Qué ha hecho, para merecer la muerte? Y ellos
respondieron: Ha dicho que era rey e hijo de Dios.
Defensa de Jesús por Nicodemo
V 1. Entonces un judío llamado Nicodemo se acercó al gobernador y le dijo: Te ruego
me permitas, en tu misericordia, decir algunas palabras. Y Pilatos le dijo: Habla.
2. Y Nicodemo dijo: Yo he preguntado a los ancianos, a los sacerdotes, a los levitas, a
los escribas, a toda la multitud de los judíos, en la Sinagoga: ¿Qué queja o agravio
tenéis contra este hombre? Él hace numerosos y extraordinarios milagros, tales como
nadie los ha hecho, ni se harán jamás. Dejadlo, y no le causéís mal alguno, porque si
esos milagros vienen de Dios, serán estables y, si vienen de los hombres, perecerán.
Moisés, a quien Dios envió a Egipto, realizó los milagros que el Señor le había
ordenado hacer, en presencia del Faraón. Y había allí magos, Jamnés y Mambrés, a
quienes los egipcios miraban como dioses, y que quisieron hacer los mismos milagros
que Moisés, mas no pudieron imitarlos todos. Y, como los milagros que operaron no
provenían de Dios, perecieron, como perecieron también los que en ellos habían
creído. Ahora, pues, dejad, repito, a este hombre, porque no merece la muerte.
3. Mas los judíos dijeron a Nicodemo: Te has hecho discípulo suyo y por ello levantas
tu voz en su favor.
4. Nicodemo replicó: ¿Es que el gobernador, que habla también en su favor, es
discípulo suyo? ¿Es que el César no le ha conferido la misión de ser su ejecutor de la
justicia?
5. Mas los judíos, estremecidos de cólera, tremaron los dientes contra Nicodemo, a
quien dijeron: Crees en él, y compartirás la misma suerte que él.
6. Y Nicodemo repuso: Así sea. Comparta yo la misma suerte que él, según que
vosotros lo decís.
Nuevos testimonios favorables a Jesús
VI 1. Y otro de los judíos avanzó, pidiendo al gobernador permiso para hablar. Y
Pilatos repuso: Lo que quieras decir, dilo.
2. Y el judío habló así: Hacía treinta años que yacía en mi lecho, y era constantemente
presa de grandes sufrimientos, y me hallaba en peligro de perder la vida. Jesús vino, y
muchos demoníacos y gentes afligidas de diversas enfermedades fueron curadas por
él. Y unos jóvenes piadosos me llevaron a presencia suya en mi lecho. Y Jesús, al
yerme, se compadeció de mí y me dijo: Levántate, toma tu lecho, y marcha. Y, en el
acto, quedé completamente curado, tomé mi lecho y marché.
3. Mas los judíos dijeron a Pilatos: Pregúntale en qué día fue curado. Y él respondió:
En día de sábado. Y los judíos exclamaron: ¿No decíamos que en día de sábado
curaba las enfermedades y expulsaba los demonios?
4. Y otro judío avanzó y dijo: Yo era un ciego de nacimiento, que oía hablar, pero que
a nadie veía. Y Jesús pasó, y yo me dirigí a él, gritando en alta voz: ¡Jesús, hijo de
David, ten piedad de mí! Y él tuvo piedad de mí, y puso su mano sobre mis ojos, e
inmediatamente recobré la vista.
5. Y otro avanzó y dijo: Yo era leproso, y él me curó con una sola palabra.
Moisés, a quien Dios envió a Egipto, realizó los milagros que el Señor le había
ordenado hacer, en presencia del Faraón. Y había allí magos, Jamnés y Mambrés, a
quienes los egipcios miraban como dioses, y que quisieron hacer los mismos milagros
que Moisés, mas no pudieron imitarlos todos. Y, como los milagros que operaron no
provenían de Dios, perecieron, como perecieron también los que en ellos habían
creído. Ahora, pues, dejad, repito, a este hombre, porque no merece la muerte.
3. Mas los judíos dijeron a Nicodemo: Te has hecho discípulo suyo y por ello levantas
tu voz en su favor.
4. Nicodemo replicó: ¿Es que el gobernador, que habla también en su favor, es
discípulo suyo? ¿Es que el César no le ha conferido la misión de ser su ejecutor de la
justicia?
5. Mas los judíos, estremecidos de cólera, tremaron los dientes contra Nicodemo, a
quien dijeron: Crees en él, y compartirás la misma suerte que él.
6. Y Nicodemo repuso: Así sea. Comparta yo la misma suerte que él, según que
vosotros lo decís.
Nuevos testimonios favorables a Jesús
VI 1. Y otro de los judíos avanzó, pidiendo al gobernador permiso para hablar. Y
Pilatos repuso: Lo que quieras decir, dilo.
2. Y el judío habló así: Hacía treinta años que yacía en mi lecho, y era constantemente
presa de grandes sufrimientos, y me hallaba en peligro de perder la vida. Jesús vino, y
muchos demoníacos y gentes afligidas de diversas enfermedades fueron curadas por
él. Y unos jóvenes piadosos me llevaron a presencia suya en mi lecho. Y Jesús, al
yerme, se compadeció de mí y me dijo: Levántate, toma tu lecho, y marcha. Y, en el
acto, quedé completamente curado, tomé mi lecho y marché.
3. Mas los judíos dijeron a Pilatos: Pregúntale en qué día fue curado. Y él respondió:
En día de sábado. Y los judíos exclamaron: ¿No decíamos que en día de sábado
curaba las enfermedades y expulsaba los demonios?
4. Y otro judío avanzó y dijo: Yo era un ciego de nacimiento, que oía hablar, pero que
a nadie veía. Y Jesús pasó, y yo me dirigí a él, gritando en alta voz: ¡Jesús, hijo de
David, ten piedad de mí! Y él tuvo piedad de mí, y puso su mano sobre mis ojos, e
inmediatamente recobré la vista.
5. Y otro avanzó y dijo: Yo era leproso, y él me curó con una sola palabra.